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Quizás os hayáis topado recientemente con este impresionante video de una ola que está recorriendo las redes. Se trata de una pieza de video de apenas 40 segundos donde podemos contemplar a cámara lenta la espectacularidad de una gran ola torsionándose hasta romperse ante la luz de los rayos de un ocaso.


El video posee una potente carga visual cuya belleza deleita a cualquier espectador. La imagen nos sobrecoge por la inmensidad de dicha ola, cuyo volumen y fuerza nos sitúa de inmediato en un lugar tan exento de todo, que nos despoja para dejarnos desnudos frente a esta coexistencia entre humanos y naturaleza.

Su cuenta de instagram está repleta de videos espectaculares entre color y luz.

Se trata de un video realizado por el fotógrafo y camarógrafo australiano, Conor Hegyi, y publicado en 2015. El video que circula por las redes es un corte de unos 41 segundos con la canción An Ending (Ascent) de Brian Eno como fondo. Pero el showreel original del autor dura casi 5 minutos, donde se puede extender el placer de contemplar la belleza de sus grabaciones. Probablemente su videos sean grabaciones realizadas en Australia.
Esta diferencia entre el corte de 40 segundos que se está extendiendo y el showreel original me hace pensar que ha sido editado de manera ajena al autor.

SHOWREEL // Conor Hegyi from conor hegyi on Vimeo.

Según indica el propio Conor en los créditos del video, dedicó estas maravillosas imágenes a su familia, quienes creyeron en él. Conor es además realizador de video para bodas y otros trabajos sobre surf y skating, como indica la información que aparece en su perfil en la web de Vimeo.

Imagen de Conor Hegyi bajo el agua



Fuentes:
https://vimeo.com/141765123
https://www.instagram.com/conorhegyi/
https://www.facebook.com/conorhegyifilms/
https://v.qq.com/x/page/p0324mukjhu.html
http://www.surferrule.com/showreel-conor-hegyi/



"Nadie abandona su hogar, a menos que su hogar sea la boca de un tiburón.
Solo corres hacia la frontera cuando ves que toda la ciudad también lo hace.
Tus vecinos corriendo más deprisa que tú. Con aliento de sangre en sus gargantas.
El niño con el que fuiste a la escuela, que te besó hasta el vértigo
detrás de la fábrica, sostiene un arma más grande que su cuerpo.
Solo abandonas tu hogar
Cuando tu hogar no te permite quedarte.
Nadie deja su hogar
A menos que su hogar le persiga,
Fuego bajo los pies,
Sangre hirviendo en el vientre.
Jamás pensaste en hacer algo así,
Hasta que sentiste el hierro ardiente
Amenazar tu cuello.
Pero incluso entonces cargaste con el himno bajo tu aliento,
Rompiste tu pasaporte en los lavabos del aeropuerto,
Sollozando mientras cada pedazo de papel te hacía ver
Que jamás volverías.
Tienes que entender que nadie sube a sus hijos a una patera,
A menos que el agua sea más segura que la tierra.
Nadie abrasa las palmas de sus manos bajo los trenes, bajo los vagones,
Nadie pasa días y noches enteras en el estómago de un camión,
Alimentándose de hojas de periódico, a menos que
Los kilómetros recorridos signifiquen algo más que un simple viaje.
Nadie se arrastra bajo las verjas, nadie quiere recibir los golpes ni dar lástima.
Nadie escoge los campos de refugiados
O el dolor de que revisten tu cuerpo desnudo.
Nadie elige la prisión, pero la prisión es más segura que una ciudad en llamas,
Y un carcelero en la noche es preferible
A un camión cargado de hombres con el aspecto de tu padre.
Nadie podría soportarlo, nadie tendría las agallas,
nadie tendría la piel suficientemente dura.
Los: “váyanse a casa, negros”, “refugiados”, “sucios inmigrantes”,
“buscadores de asilo”, “quieren robarnos lo que es nuestro”,
“negros pedigüeños”, “huelen raro”, “salvajes”,
“destrozaron su país y ahora quieren destrozar el nuestro”.
¿Cómo puedes soportar las palabras, las miradas sucias?
Quizás puedas, porque estos golpes son más suaves
Que el dolor de un miembro arrancado.
Quizás puedas porque estas palabras son más delicadas
Que catorce hombres entre tus piernas.
Quizás porque los insultos son más fáciles de tragar que el escombro,
Que los huesos, que tu cuerpo de niña despedazado.
Quiero irme a casa, pero mi casa es la boca de un tiburón.
Mi casa es un barril de pólvora,
y nadie dejaría su casa a menos que su casa le persiguiera hasta la costa,
a menos que tu casa te dijera que aprietes el paso,
que dejes atrás tus ropas, que te arrastres por el desierto,
que navegues por los océanos,
“Naufraga, sálvate, pasa hambre, suplica, olvida el orgullo,
tu vida es más importante”.
Nadie deja su hogar hasta que su hogar se convierta
en una voz sudorosa en tu oído diciendo:
‘Vete, corre lejos de mí ahora.
No sé en qué me he convertido, pero sé
que cualquier lugar es más seguro que éste’."

"Hogar", de Warsan Shire
Poetisa keniana.

Aunque aprecie mucho a Banksy, un tuit publicado en su cuenta de twitter hace algunas horas con una ilustración de Goiko y con el mensaje "Atrévete a ser diferente", me ha llamado la atención no precisamente por compartirlo en su favor. En la ilustración, esos seres grises que suben la escalera quizás están leyendo un libro electrónico, o están leyendo un interesante e importante artículo en el móvil. En el metro también veo a diario a mucho alienado con su libro entre la manos y el narizón inmerso en medio sin ceder el asiento a personas mayores por andar distraído, por ejemplo.

Ni todo libro real es el puro árbol de la ciencia ni todo lo que se comunica en los teléfonos inteligentes es ocio o ruido prescindible. 
Bien es cierto que la crítica de la ilustración puede ir más dirigida hacia la inmersión alienante en las modas virtuales que no hacia los móviles o la tecnología per se. Esa alienación promovida por la publicidad constante y la presión que degenera en una dependencia de estar “conectado”. Sin duda, la viñeta va en ese sentido, pero mi comentario, en cambio, va dirigido hacia el cabo que deja suelto: La lectura es lectura, sea en papel o en pantalla. El modo en que se contrapone a un ser con un libro abierto ante otros con un dispositivo digital tiene prejuicios bastante inexactos para los segundos.

Por cierto otro día hablaré del irritante comportamiento de la gente en el subterráneo mundo del metro. 


Desde los incendios provocados en estos días en tierras gallegas, veo circular erróneamente por redes esta fotografía que ven arriba, y que probablemente ya hayan visto, que no corresponde en lugar ni en fecha al triste acontecimiento. Tengo cierta incredulidad a la vorágine de imágenes que se difunden por las redes sin mención a las fuentes, cosa que contrapone la diversidad de la libertad de la información a la propagación de 'información supuesta' sin fuentes con las que contrastarlas para confirmar su veracidad.  Respecto a la documentación fotográfica, ilustrada y artística en general, tengo a menudo el deseo de indagar para saber quién es el autor de las obras, ya que ha de ser digno de reconocimiento y mención en los medios públicos.

La fotografía que contemplan arriba no corresponde a Galicia ni a 2017. Es una fotografía tomada por John McColgan, a quién asignaron el análisis y la observación del comportamiento de los incendios en los bosques de Montana, EEUU en el verano del año 2000. Desde lo alto del puente East Fork sobre el río Bitterroot, al norte de Sula, tomo esta increíble instantánea. La tristeza de la instantánea viene protagonizada por la imagen de dos alces que buscaron refugió en la parte honda del río en que pudo haber sido el día más extremo de fuego en setenta años. La fotografía fue tomada con una cámara digital Kodac DC 280. McColgan aseguró entonces que "No estaba sacando fotos artísticas. Estaba documentando el comportamiento contra incendios". Posteriormente la foto se difundió ampliamente y sin su autoría hasta ser recogida por Associated Press y el diario "The Missoulian". A pesar de la difusión sin firma ni remuneración, a John McColgan no pareció molestarle demasiado desde el principio.


En el imaginario colectivo cabe un lugar para mencionar la conocida escena de la película de Walt Disney, 'Bambi', a la que nos retrae el irrepetible momento de la instantánea de John.



John McColgan no es periodista ni fotógrafo. Es técnico especialista en el manejo de combustibles para el Servicio de Bomberos de la Oficina de Administración de Tierras de Alaska y también prescribe actividades de incendios para el BLM en Alaska, además de haber sido bombero durante más de 20 años y haber trabajado como observador de incendios para administraciones.
Buscada o no, la fotografía de John posee composición, encuadre, recoge y transmite perfectamente el infierno del incendio, y es digna de un merecido rigor fotográfico.

Fuente:

http://www.publicsafety.net/john_m.htm
http://www.snopes.com/photos/natural/bitterroot.asp#photo

He recibido recientemente la grata noticia de haber sido seleccionado para la XXIV Muestra Internacional de las Artes del Humor del Instituto Quevedo del humor de la Universidad de Alcalá que se inaugura el próximo jueves 14 de septiembre a la 13 horas en el Antiguo Hospital de Santa María la Rica (Alcalá de Henares), con la apertura de tres exposiciones, que estarán disponibles hasta el 29 de octubre.
La muestra está compuesta por 5 importantes exposiciones entre las que se encuentra "Vaya Trumpazo" en la que participo y en la que se han recopilado más de 136 obras de autores internacionales de 50 países sobre la singular personalidad del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. 

Dibujantes de la talla de Manel Fontdevila (El Jueves), Forges (El País), Gallego & Rey (El Mundo), Ricardo Martínez (El Mundo), Peridis (El País), Idígoras y Pachi (El Mundo), Malagón o Vergara participan en esta muestra en la que tengo la suerte de haber sido seleccionado como Lumpen

Quedan invitados!



http://www.lavanguardia.com/local/madrid/20170907/431113367514/xxiv-muestra-internacional-de-las-artes-del-humor-arranca-el-proximo-jueves.html